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Opiniones

Tras algunos traspiés en su inicio el presidente parece consolidarse al arribar a los 100 días

Danilo Cruz Pichardo

danilocruzpichardo@gmail.com

La designación, en posiciones de primer orden, de personas de clase alta encontró mucho rechazo de la gente en las redes sociales, al igual que decretos favorables a cuatro y hasta cinco miembros de una misma familia.

     La población desaprobó, de igual forma, a un Proyecto de Presupuesto de la Nación con gravámenes, incluyendo al sueldo 13 o regalía navideña, una medida encaminada, dentro de un conjunto,  a reducir el déficit fiscal del año 2021, aunque rápidamente el jefe de Estado puso el oído en la gente y dejó sin efecto ese impuesto.

     El anuncio de vender empresas públicas al sector privado, a través del Consejo Económico y Social, una dependencia del Ministerio de la Presidencia, generó suspicacias en ciertos segmentos de la sociedad, algunos de los cuales llegaron a amenazar con protestas públicas, recordando la mafiosa Ley de Privatización implementada en el primer gobierno de Leonel Fernández, donde desaparecieron todas las empresas de CORDE y los ingenios azucareros del Consejo Estatal del Azúcar,  sin que se conozca el destino del dinero recibido por el Estado.

     La falta de una medida presidencial rápida deterioró la imagen del gobierno en lo que toca al caso de Kimberly Taveras,  del Ministerio de la  Juventud, acusada, a través de un programa televisivo, de hacer negocios con instituciones estatales, a pesar que el Art. 14 de la Ley 340-06 prohíbe a los funcionarios públicos contratar con el Estado. La Dirección General de Contrataciones Públicas canceló dos registros de proveedora a la señorita Taveras, pero la población demandaba sanciones mayores.

     Se esperaba en un discurso de tres minutos, que dirigió el presidente a la ciudadanía, se abordara el problema, pero todo pareció una estrategia comunicacional para desviar la atención en torno al escándalo. En esa alocución Abinader dijo que su sueldo sería donado y, además, que sometería un proyecto de ley al Congreso Nacional para reducir en un 50% la asignación que la JCE otorga a los partidos políticos, para con los recursos ahorrados  construir el edificio que alojaría al recinto de la UASD en el municipio Santo Domingo Este.

     Los partidos políticos, en su mayoría, rechazaron la medida y todo indica que el presidente de la República dejó sin efecto la pretensión.

     La respuesta que ofreció el presidente a un dirigente del PRM de Santiago, que demandaba empleo, en el sentido que el Estado no es un botín, cayó muy mal, por lo menos en la militancia de esa organización política, pues demandar trabajo público no es nada ilícito, máxime en personas con méritos y con las condiciones educativas pertinentes.

     Otro anuncio presidencial que generó reproche de algunos segmentos nacionales fue cuando el primer mandatario le prohibió a China realizar inversiones en puertos, aeropuertos y telecomunicaciones. Las inversiones suelen generar empleo y contribuyen a dinamizar la economía, pero la decisión del primer mandatario descansa en la alianza estratégica que el país tiene con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.

     Asimismo se considera poco pensada la  oferta de  mil pesos mensuales a cada joven que no trabaje ni estudie, en el marco de una estrategia de reducir los niveles de violencia y criminalidad en la sociedad, cuando lo que procede es ofrecer becas de estudios a los famosos “ni ni”, muchos de los cuales se dedican a actividades ilícitas.

     Sin embargo, la presente gestión gubernamental, parece tener muchas luces. Y entre esas luces está la designación de un Ministerio Público independiente y la transparencia que se observa en el desenvolvimiento administrativo de las diferentes instituciones públicas.

     Es evidente que la corrupción pública ha disminuido sustancialmente en lo que va de gobierno y nadie le puede regatear a Luis Abinader ser un hombre  de trayectoria pública transparente, lo que posiblemente viene de su hogar y del ejemplo dado por su padre, José Rafael Abinader, un ejemplo en el ejercicio de las diferentes funciones públicas desempeñadas.

     Luis Abinader ha mostrado gran interés en la salvación del año escolar dentro de la pandemia que nos afecta y se han dirigido recursos económicos y esfuerzos hacia el Ministerio de Educación y se estudia la opción presencial, aunque de manera parcial, para incluirla al presente año escolar y optimizar el proceso enseñanza aprendizaje.

     Hay que resaltar, de igual manera, los esfuerzos que hace el presidente de la República por normalizar la economía nacional, la cual fue dañada por el coronavirus y por los altos niveles de corrupción pública del pasado gobierno.

     Para tales fines el presidente Abinader ofrece facilidades al sector turismo, principal generador de divisas antes de la pandemia, el cual empieza a recobrar cierto dinamismo. También el jefe de Estado ha prometido tasa cero en los préstamos del Banco Agrícola a los productores de diferentes rubros de la agricultura.

     Es innegable el éxito que ha tenido la presente administración en el control del coronavirus, incrementando las pruebas y en la toma de medidas de prevención de la propagación. Se hizo la inversión económica para inscribir a nuestro país entre los países a priorizar en la entrega de la vacuna y se anuncia que en el mes de marzo del 2021 se empezarían a vacunar a unos cinco millones de dominicanos. El gobierno acaba de solicitar 45 días adicionales de estado de emergencia y es una medida correcta y muy responsable.

     En lo que atañe al sector salud, el presidente se propone incluir a más de dos millones al Seguro Familiar de Salud, lo que no tiene precedente en la historia de la República Dominicana.

     Dentro de las medidas positivas, tomadas en estos cien días de gobierno, no se puede excluir la fusión de varias instituciones con atribuciones comunes y la eliminación de otras que solo provocaban gastos económicos al Estado e inclusive actos de corrupción.

     De igual forma se implementa un plan de reparación y construcción de viviendas económicas que favorece a los sectores menos pudientes de la República Dominicana.

     Merece la aprobación de los dominicanos, además, que el presidente haya dispuesto acabar con el reparto humillante y vergonzoso de cajas y canastas navideñas, que provocan tumultos y agresiones físicas de militares  a infelices dominicanos. La entrega del bono navideño es una forma digna que merece aplauso.

     Merece aplauso mayor la disposición presidencial de ascender a un segundo teniente de Monte Cristi que cumplió con su deber e hizo resistencia a un senador del PRM, que usando su poder e influencia se proponía poner en libertad a personas acusadas de la comisión de delitos.

     Todo indica que después de los traspiés iniciales del gobierno, el presidente Luis Abinader se consolida, dato que corrobora la firma encuestadora Gallup, la cual le otorga una aprobación ascendente al 70 por ciento.

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